Ya estoy de vuelta en Madrid, después de las mini vacacioes en el País Vasco y la cosa no podía haber salido mejor.
Salimos el Jueves muy temprano de Las navas y, tras pararnos a desayunar en Burgos, llegamos sobre las 13:00 a Bergara. Dimos una vuelta por los edificios y monumentos y nos fuimos para Ermua. Yo eché un poco en falta que alguien nos contará un poco los secretos de esta villa histórica,el Abrazo de Bergara y todo eso. Repasaré los libros de historia!
Ya en Ermua, el primer problema grave supuso aparcar. Estaba todo levantado por obras, y es
un pueblo totalmente encajonado entre montañas.Tras dejas los bártulos donde nos alojábamos y comer nos fuimos por la tarde a Nuestra Señora de Aránzazu, lugar de peregrinación de los vascos, aunque hay que decir que no nos gusto mucho (por no decir que más bien poco), para ser un sitio tan reconocido.
Al bajarnos paramos en Oñati, un bonito pueblo guipuzcoano, donde tuve que comprarme Couldina, para paliar un inesperado catarro. Pudimos ver el Ayuntamiento, la Universidad, etc.
Después Estuvimos en Mondragon y Elorrio pateando y tomando unas cañas merecidas. Por cierto, una caña en el País Vasco es bastante más que una caña en el resto de España (lo que yo conozco, por lo menos). Si vas al País Vasco y quieres una caña normal, pide un corto.
Salimos el Jueves muy temprano de Las navas y, tras pararnos a desayunar en Burgos, llegamos sobre las 13:00 a Bergara. Dimos una vuelta por los edificios y monumentos y nos fuimos para Ermua. Yo eché un poco en falta que alguien nos contará un poco los secretos de esta villa histórica,el Abrazo de Bergara y todo eso. Repasaré los libros de historia!
Ya en Ermua, el primer problema grave supuso aparcar. Estaba todo levantado por obras, y es
un pueblo totalmente encajonado entre montañas.Tras dejas los bártulos donde nos alojábamos y comer nos fuimos por la tarde a Nuestra Señora de Aránzazu, lugar de peregrinación de los vascos, aunque hay que decir que no nos gusto mucho (por no decir que más bien poco), para ser un sitio tan reconocido.
Al bajarnos paramos en Oñati, un bonito pueblo guipuzcoano, donde tuve que comprarme Couldina, para paliar un inesperado catarro. Pudimos ver el Ayuntamiento, la Universidad, etc.
Después Estuvimos en Mondragon y Elorrio pateando y tomando unas cañas merecidas. Por cierto, una caña en el País Vasco es bastante más que una caña en el resto de España (lo que yo conozco, por lo menos). Si vas al País Vasco y quieres una caña normal, pide un corto.
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