miércoles, 3 de marzo de 2010

Estamos preparados!

Si vivimos en una sociedad moderna, donde se hacen las cosas con cabeza, estamos preparados. Y me refiero dejar libre de humos los espacios públicos. La sociedad es lo suficientemente madura para comprender que debe prevalecer el derecho del no fumador sobre el del fumador, en tanto en cuanto el segundo afecte (y nadie duda que lo hace) al primero.
Los bares y restaurantes están preparados para comprender que si aceptar convertirse en un lugar público deben atenerse a una normas sanitarias básicas, igual que no pueden elegir desinfectar o no el local periódicamente.
Igual que un día se decidió aplicar con seriedad la norma en el metro y ahora a nadie se le ocurre fumar tras pasar las puertas, igualmente se puede hacer en el resto de casos. Los fumadores entendieron que no era necesario encender el cigarro al bajar del vagón, podían esperar a estar en la calle. Igual se puede hacer en los múltiples bares de nuestra geografía.
Y asumo mi parte de culpa en toda esta cuestión. La asumo como no fumador, porque este colectivo tenemos parte de culpa de la situación creada. Me explico. En mi barrio hay múltiples bares, pero ninguno de ellos es específicamente para no fumadores, es decir en todos está permitido fumar. Resulta curioso este punto si tenemos en cuenta que hay una gran parte de la población (me da exactamente igual si es mayoría o minoría) no fumadora. Por hacer un símil rápido, el porcentaje poblacional de vegetarianos es mucho más reducido y todos conocemos restaurantes de este tipo.
Pues bien, son pocos, dentro es este colectivo de no fumadores, los que han renunciado (tajantemente, me refiero) a tomar algo en un bar, o a quedar con los amigos o a salir a cenar. Sólo los muy radicales prefieren renunciar a todos esos hábitos de tal calado en nuestro país. El resto ceden o cedemos y terminamos tragando el aire corrupto generado por otros. Y el dueño del bar lo sabe.
Pero de verdad alguien cree que deban ser los dueños de los bares los que decidan quien debe de ceder, máxime si tenemos en cuenta que no asumen mas parte del gasto sanitario. Y otro día ya hablaré largo y tendido de drogas y gasto sanitario, que cada vez le doy más vueltas a donde van mis impuestos y qué se entiende por políticas sociales.

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